El acelerado crecimiento de la población en las grandes ciudades había venido cambiando los hábitos alimenticios de la población. Sin embargo, día a día es mayor el número de personas que por diversos motivos ven deteriorada su salud. Por eso empiezan a buscar los motivos y como mejorar su calidad de vida. Es así como en la gran mayoría de casos, sea por obesidad, cáncer o cualquier otra afección menor de su organismo. Buscan por sugerencia médica o por convicción cambiar si rutina alimenticia.
Me alimento para sanar o enfermar
Obviamente siempre se ha hablado de un mayor consumo de verduras, hortalizas y frutas para limpiar y sanar el organismo. Por el consumo de comida pre elaborada, demasiado condimentada o con ingredientes que colapsan el sistema digestivo por generar consumo excesivo de grasas, harinas o azucares. No obstante, el consumo de alimentos sanos se ha redefinido en una creciente tendencia a la agroecología. Ya que los efectos nocivos de los químicos empleados en el campo para controlar las plagas son cada día más notorios. Así que mejorar el rendimiento de los cultivos ya no es suficiente, hay que crear una nueva conciencia sobre la tarea del productor.
El fin no justifica los medios
Ya que al final, no era tan sano consumir verduras, hortalizas y frutas si todas estas iban cargada de agrotóxicos que terminaban generando enfermedades aún peores. Además los métodos convencionales de agricultura producen vegetales con nutrientes diluidos como lo mencionan en Fitness Vitae. Es allí, donde crece la necesidad de producir alimentos sin emplear químicos.
Fomentando el equilibrio ecológico del medio donde se planta. Aceptando que parte del cultivo se pierde por la presencia de plagas que no pueden manejarse sólo con los controles naturales. Por este motivo, se define un nuevo tipo de consumo sano que parte de la idea de los alimentos o productos orgánicos, que no son otra cosa sino las mismas verduras, hortalizas y frutas producidas bajo el paradigma del productor orgánicos. El desarrollo de las huertas familiares, que respetan el equilibrio del medio y cultivan sin aplicar químicos a las plantas.
Cambio de hábitos
De ese modo, no solo volvemos a cocinar en casa sino a producir en menor escala pero con una conciencia ambiental. Que se convierte en lo que nos nutre de las virtudes de esos alimentos que son realmente sanos, sin químicos, ni toxinas. La paradoja mayor es que los sabores, olores y colores parecen destacar con una palpable intensidad en relación a los producidos convencionalmente.
Es como si los químicos no solo hubiese matado las plagas sino también el gusto y diversidad de cada alimento, tal y como lo sugieren en Showroom además de ser naturales son deliciosos. Ahora vemos como se abren nuevos caminos, no es fácil pero el costo vale la pena. El nuevo mercado de alimentos: verduras, hortalizas y frutas orgánicas tiene un costo mayor a los convencionales.
Diferencias claves
Por consiguiente, ahora hablamos de los que son orgánicos y los que no lo son, en las: ferias, mercados, verdulerías, supermercados, tiendas en línea, reparto de canastas, productores y productos. Obviamente el primero es más costoso que el segundo. Y los medios de comercialización aún están en crecimiento como por ejemplo el primer canal fueron las ferias. Pero también aumentamos el consumo de estos productos. Ya no solo lo compra el público con mayor poder adquisitivo. Cada día es mayor el número de consumidores por lo que vemos que en los otros canales de comercialización se ha abierto un espacio para lo orgánico, así el cliente decide.
Canales de comercialización
Y en algunos casos son canales construidos por los mismos productores en pequeñas empresas que arman una lista de productos, la ofertan. Luego, según le hagan los pedidos, estos se encargan de llevarla a los domicilios. Ha resuelto la vida de muchos, por la economía de tiempo, la venta de los productos que entre todos cultivan y diversifican sus canastas con lo de otros productores. En fin no es sencillo pero esto es una creciente tendencia tanto para los que producen como para los consumidores. Es una simbiosis que conjuga los esfuerzos y las necesidades en una forma de alimentación más sana y un mercado de trabajo en pequeñas escalas (huerta familiar).
Aún hay mucho por entender
Otro tema que destacar, es que no en todas partes del mundo se ve ese nueva forma de producir, aunque ciertamente es una tendencia que va en aumento. No todos los productores están dispuestos a correr el riesgo y menos aún si se han tecnificado para producir grandes escalas con menos mano de obra y uso casi irracional de químicos que acrecienten sus ganancias.
Proyecto a futuro
Por esto, seguir proyectando esta nueva visión de la producción agrícola es fundamental. En este casos son los medios virtuales como redes sociales y páginas web, quienes juegan un papel esencial al abrir un canal más de comunicación, información y divulgación. Que ayude a generar mayor conciencia y de muestra de los logros y beneficios de esta forma de producir alimentos sanos, orgánicos y en armonía con el ambiente.